jueves, mayo 11, 2023

Por el tiempo

que no se ha detenido. 
Por el silencio de una amistad que retuvo 
o contuvo una pasión inexistente aunque 
convivió con la amenaza de la curiosidad.

Alzadas manos que inconclusas 
no sellaron futuras comparecencias, 
líneas oclusivas sobre la palma reposada 
de una lectura que no auguró nada salvo 
tópicos y energía malgastada. 

Puedes salvo que la sinergia de la comodidad avance líneas en la posición del sofá 
salvo que la cantidad de canales de televisión motive más que un cuerpo desconocido. 
Y entonces el tiempo que no se ha detenido regrese exigiendo cumplir las promesas 
que hicimos de algo que nos importe más 
que nosotros mismos: promesa a la fecundidad de los 35, la música cadente que suena 
cada vez que conjugas la sonrisa y el verbo 
en otras líneas de diálogo que no tienen que ver con lo desconocido. 

Se invocan amistades nuevas que no cumplen 
el requisito pues: contienen promesas de realidad y la oportunidad fértil del dolor. 
Sigue el consejo de un metrónomo, 
en cualquier caso entiendan que comprendo 
la amistad como un trámite o como un proceso muchas veces de silencio sobre un tiempo 
otras como un vertido de versos autoconclusivos y siempre como una oportunidad de fallar 
por más que la experiencia nos haya enseñado 
la extraña diferencia entre cercanía y posibilidad. El tiempo acelera un  diálogo, no sabemos dónde nos llevará la amistad.

viernes, abril 14, 2023

Salvo que

Estar a salvo tenga que ver con ciudades que visitar, nombres desconocidos o pretextos usados en pos de un fin más bello: nosotros. Sabes que hablamos del futuro, luz asida a la posibilidad y en ella el nacimiento de nuevas pasiones por alimento, otras menos cándidas, juegos de posibilidades por descubrir, la ilusión de juguetes nuevos sin abrir, cumplidos años y el primer sueño y con él la certeza de un regreso fértil: poseía el talento, descuidamos el argumento (sustrato necesario por índole). Salvo que hablar tan cerca tenga que ver con gastar cuidado y en él, sugerir versiones (otra vez). O múltiples posibilidades de esa ligera felicidad que produce el vértigo de un nombre que asalta posiciones en retina y memoria, y regresa por caminos divergentes si es invasor o es invadido por el contacto primero, antes del sueño o antes del segundo -deseo y expectativa-. Primera versión del amor. Es la memoria viva y el acuerdo de un nuevo idioma basado en el lenguaje de lo inextricable, ya se sabe, pero no se sabe, intuición y experiencia, silencio mirada, mirada sonrisa, diálogo que busca conocer e inmanencia, nombres que desconocidos se buscan en coincidencias para reconocerse entre tanto ruido, ciudades que visitar, pretextos para coincidir, nombres que ya no serán salvo en potencia o en posibilidades infinitas de versiones no coincidentes. En esta versión final donde el poema ensaya soluciones frente a realidades que buscan La verdad. Nunca existe nada más cercano a la autoinmune felicidad: versos que no terminen nunca. Material memoria para proseguir con las posibles mejores versiones de una historia. Salvo que...