viernes, abril 14, 2023
Salvo que
Estar a salvo tenga que ver con ciudades que visitar,
nombres desconocidos o pretextos usados en pos de un fin
más bello: nosotros.
Sabes que hablamos del futuro, luz asida a la posibilidad
y en ella el nacimiento
de nuevas pasiones por alimento, otras menos cándidas,
juegos de posibilidades por descubrir,
la ilusión de juguetes nuevos sin abrir, cumplidos años
y el primer sueño y con él
la certeza de un regreso fértil: poseía el talento,
descuidamos el argumento (sustrato necesario por índole).
Salvo que
hablar tan cerca tenga que ver con gastar cuidado y en él,
sugerir versiones (otra vez).
O múltiples posibilidades de esa ligera felicidad que produce el vértigo
de un nombre que asalta posiciones en retina y memoria, y regresa
por caminos divergentes si es invasor o es invadido por el contacto primero,
antes del sueño o antes del segundo -deseo y expectativa-.
Primera versión del amor.
Es la memoria viva y el acuerdo de un nuevo idioma basado en el lenguaje
de lo inextricable, ya se sabe, pero no se sabe, intuición y experiencia,
silencio mirada, mirada sonrisa, diálogo que busca conocer e inmanencia,
nombres que desconocidos se buscan en coincidencias para reconocerse entre tanto ruido,
ciudades que visitar, pretextos para coincidir, nombres que ya no serán salvo en potencia
o en posibilidades infinitas de versiones no coincidentes.
En esta versión final
donde el poema ensaya soluciones frente a realidades que buscan
La verdad. Nunca existe nada más cercano a la autoinmune felicidad:
versos que no terminen nunca. Material memoria
para proseguir con las posibles mejores versiones de una historia.
Salvo que...
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